Un buen dia empecé a descubrir lo que era estar conmigo misma, el desamor y las relaciones modernas. Y al darme cuenta de que no soy tan moderna como pensaba empecé a escribir esto... Realidad con poca ficción, fantasias conscientes con adornos rosas muy rosas, y la duda de si deberia cambiar de color, pintar a la gente, dejar de pintarlos, esperar que me pinten ellos, o tirar el bote de pintura y coger los prismáticos.
domingo, 13 de enero de 2019
Rozando
Te he rozado con notas escritas en papel arrugado, en mesas de universidad, en páginas de libros de Bukowski, en puertas de frigoríficos, en pizarras, en la superficie de mis manos y en la pantalla de un ordenador. Te he rozado, muy ligeramente, tan suave que ni siquiera lo notaste o inversamente te morías de miedo. De las notas escritas en diferentes superficies pasé a los enlaces de páginas interesantes que provocaron un encuentro rápido y vacío, que se llenó de dudas, preguntas y vergüenzas, un final sin principio y sin coma, ni siquiera punto y a parte. Dos puntos finales casi suspendidos seguidos de mensajes a diferentes horas de la madrugada, encuentro fortuitos, y obligados y muy pocas explicaciones con mucha distancia entre corazón y corazón.
En mi cabeza me he seguido rozando contigo F. Tú que me rozaste por casualidad, y como buen gato saliste corriendo después de correrte y dejarme con las ganas de un final feliz con extra de dormir juntos.
Amor de alfombra roja.
Ahora rozándome a mi misma por fin, cocino, escucho música, riego plantas, bailo y bebo, plancho, friego, veo películas, escribo, viajo, voy a clase, empiezo a trabajar, plancho, lavo los platos, limpio la casa y más cosas de gente normal a la que añoraba fuertemente y ahora rozo disimuladamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)