lunes, 16 de marzo de 2015

El gran avance de la palabra

Escuchar en clase a uno de mis profesores preferidos, "un indicador de madurez y de estar sano, es el saber estar solo con tus propias sombras, y con tus dificultades, aceptar que existen, saber pensarlas, (a solas)", es una flecha que llega a la diana de la manera mas exacta posible, toca justo en medio del diámetro del puntito rojo (diminuto pero saltón), y toca mi rojo, mi verde y mi amarillo.

Me siento tocada, pero no hundida.

Algo tan banal como ir a clase un sábado por la mañana a las 9, ha puesto palabras a mi falta de madurez que a veces tanto me gusta, y otras veces tanto odio.

Ahora que se que solo soy madura a ratos, y por consecuencia, sana (menos mal), me reto, y también me reto dejándome de retar.

Volvámonos todos poco sanos, bueno, no todos, solo unos cuantos. Bueno, solo unos pocos.

Querer con el corazón y no tener miedo al portazo.


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