A finales de octubre del año pasado, conocí a A. Mi tía, que abusó sexualmente de mi cuando tenía 12 años, acababa de fallecer y yo estaba completamente hundida, la angustia me invadía de tal forma que no veía los muros, las luces, ni las palmeras. Estaba completamente loca. Yo.
Detrás de la barra de un bar, en el me había cruzado en la puerta con F, dónde ocurría la fiesta fin de rodaje de una peli española, estaba A. Primero pensamos en que fuera mi profesor de escritura y le di mi móvil. me dijo: te voy a llamar.
- Sólo si te quieres casar y tener hijos.
Alto, rubio, grande, ojos azules, manos de terciopelo y voz de contrabajo.
Amor remoto: "la agitación violenta de las aguas del amor a consecuencia de una sacudida del fondo, que a veces se propaga hasta las costillas dando lugar a inundaciones".
Así nos sentimos los dos.
"Almu, no te he sabido contestar en el momento a tu mensaje, y la llamada mañanera, tremenda salida de tono. Estoy contigo, ha sido puro, doloroso y muy mágico. Por lo menos de esta parte. He llegado a niveles de amor y dulzura contigo impronunciables. Pero lo que dura una bengala. También ha sido un dolor tras otro, un dolor que ha acabado nuestro espacio, el real y el posible. Una locura que ha levantado cosas feísimas y que traje yo. Fui yo y te pido perdón. Te pido perdón porque lo marcó todo desde el principio y fue una interferencia constante a la energía tan única y preciosa que empezamos a crear y que duró tan poco. Esa energía soñada que estuve intentando desenterrar hasta el final con una mano con una mano de día mientras echaba tierra con la otra de noche. No he parado de interrumpir el amor. Interrupciones a todo lo especial que pasaba, parando y rebobinando nuestra historia una y otra vez, en bucle, hasta el mareo, los vómitos incluso. Qué desastre, qué torpe. Pero si pienso en la palabra idilio, Almu, no lo dudo, pienso en esas semanas nuestras. Madre mía. Pero todo lo demás, creo que yo tenía que habérnoslo ahorrado todo desde el 22 de diciembre. Yo supe desde el flechazo que no entraba en la relación en condiciones de igualdad contigo, a toda una serie de niveles que el machismo soterrado mío y mi neura gestionó desde la frustración y el sentimiento de inferioridad, que unido al deseo de conquistarte y deslumbrarte no supe gestionarlo, y de ahí la invasión, las prisas, los celos, los exabruptos, las fantasías, la avidez en la cama, la tardanza cansina de mis orgasmos, el sexo que creé, que se creó. Y desde ahí todo lo demás. para alguien como yo todavía en proceso todavía de autorrealización y reconstrucción, queroseno. Es como tu dices, no tiene solución. No te quería mandar un tocho pero necesitaba explicarme y retransmitirte todo el amor y la positividad que me ha quedado, después de filtrarlo todo. Eres maravillosa. Gracias por andar estos pasos a mi lado."
En abril se fue a Holanda a trabajar, vino a visitar a su madre en julio y pasamos un fin de semana increíble, hasta que volvieron los celos el sábado por la noche.
El día de mi cumpleaños en el hospital mientras esperaba noticias sobre la operación de mi padre me llamaste y tus celos saltaron por encima de cualquier necesidad orgánica y vital. Me aplastaste. Fin.
Hemos intentado ser amigos, pero se mezclan las esperanzas, las ganas y el amor a modo enredadera italiana, retorciéndose entre la enmascarada amistad y las confesiones más intimas y se nos paralizó la vida. Hablamos de vernos para tomar un café y cada uno a su estilo se escondió debajo de la tierra.
Siempre me acuerdo de ti cuando veo dos mariposas en el campo jugando y persiguiéndose. Estás ahí. Y lo estarás siempre, rubito.
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