jueves, 19 de febrero de 2015

Es extraño (que no él, que también)

Bueno, es diferente, que no extraño, y una primera cita, es súper excitante...

Que chico más raro... entiende todo lo que le digo... no está mal... es guapo...muy atractivo...y me ha tocado la mano...sin querer (parecía)...nos enredamos en conversaciones que acaban con el final de otra, y nos olvidamos de acabar las historias, comemos chebuyen y se cae todo del plato, compartimos plato, y mesa y muchas miradas...y granos de arroz desparramados por los nervios y la falta de concentración...

Cigarrillo al sol de Lavapies compartido, el barrio y el cigarro, y más historias inacabadas. Se va a cocinar sushi para la cena de celebración de su cumple.
Yo me voy a mi escuela de estirar All you can dance, Pilates con Dario (hoy ya me cae mejor, y se acuerda de mi nombre, me llama Almu y eso me gusta), y meditación, llego tarde porque me pienso si seguir con Dario pero me meto en la sala 4 sin pensarlo más. Después de cantar, meditar, yoguear, estirar, gritar, posturear, y no pensar... "Regalad a vuestra mente un pensamiento que os reconforte" (cualquiera que me conozca odio estas cosas estúpidas que conducen tus pensamientos continuamente a lo magnífico que les parece el mundo), y viene a mi cabeza A. en una casa de campo abrazándome, riéndonos y jugando con los niños... Y lo peor de todo... Me siento reconfortada... Mucho...

Me doy cuenta que tengo un sueño vanal, común, y de película americana...
No se si llorar...
Nunca estuve tan cerca de poner palabras a uno de mis sueños...y de ser tan consciente de lo poco especial que me hace...

Ahora no puedo dejar de pensar en ti, A., ahora...


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